Cutis

El cutis es la piel que cubre el rostro, un área expuesta constantemente a factores como el sol, el viento, la contaminación y los cambios de clima. A diferencia de otras partes del cuerpo, esta zona es más fina y sensible, por lo que suele ser la primera en mostrar signos de envejecimiento, resequedad, exceso de grasa o manchas. 

Cuidar el cutis no solo responde a motivos estéticos, sino que también es fundamental para la salud de la piel. Mantenerlo limpio, hidratado y protegido con productos adecuados, como un bloqueador que también cumpla la función de humectante, es clave para preservar su equilibrio y frescura a lo largo del tiempo. 

Qué es el cutis 

El término cutis hace referencia exclusivamente a la piel del rostro. Esta zona es única porque combina múltiples funciones: actúa como barrera protectora, refleja el estado de salud general y, al mismo tiempo, proyecta nuestra imagen personal. 

El cutis está compuesto por tres capas principales: 

  • Epidermis: la capa más externa, donde se reflejan las imperfecciones y el tono de la piel. 
  • Dermis: contiene colágeno y elastina, responsables de la firmeza y elasticidad. 
  • Hipodermis: la capa más profunda, que protege frente a golpes y mantiene la temperatura. 

Cada una cumple un papel importante y requiere cuidado diario para evitar el desgaste prematuro que generan los rayos solares o la contaminación ambiental. 

Qué significa cutis 

La palabra cutis proviene del latín cutis, que literalmente significa piel. Aunque puede usarse para hablar de la piel en general, en la práctica cotidiana se asocia de manera directa con el rostro. 

Hablar de cutis implica reconocer que esta parte del cuerpo tiene necesidades diferentes al resto de la piel. No basta con aplicar las mismas cremas que en brazos o piernas, pues el rostro está más expuesto y requiere productos específicos, más suaves y eficaces. En este punto, la elección de un bloqueador solar que también humecte la piel se vuelve indispensable para mantener la salud del cutis y protegerlo contra los daños invisibles que dejan los rayos ultravioletas. 

Cómo mantener un cutis perfecto 

Un cutis perfecto no significa ausencia absoluta de imperfecciones, sino lograr una piel equilibrada, fresca y luminosa. Para mantenerlo en buen estado es importante seguir una serie de pasos que se convierten en hábitos diarios: 

  1. Limpieza suave 
    Retira impurezas, grasa y residuos del ambiente al menos dos veces al día. Esto previene la obstrucción de los poros y permite que la piel respire. 
  1. Hidratación profunda 
    El agua es fundamental para el cutis. Complementar con cremas o productos hidratantes ayuda a evitar tirantez y resequedad. 
  1. Protección solar constante 
    Incluso en días nublados o dentro de espacios cerrados, la radiación UV impacta en la piel. Un bloqueador humectante, como los que ofrece Hawaiian, no solo previene manchas y arrugas, sino que mantiene el cutis suave y nutrido al mismo tiempo. 
  1. Alimentación equilibrada 
    El consumo de frutas, verduras y suficiente agua también se refleja en la piel. Los antioxidantes naturales ayudan a conservar un cutis más firme y luminoso. 
  1. Descanso reparador 
    Dormir entre 7 y 8 horas diarias permite que la piel se regenere y luzca fresca al despertar. 

La constancia en estos cuidados es la clave para mantener un cutis saludable y lleno de vitalidad. 

Xerosis del cutis 

La xerosis es una afección caracterizada por la resequedad excesiva de la piel. Cuando se presenta en el cutis, suele provocar descamación, picazón y sensación de incomodidad. Aunque puede aparecer en cualquier época del año, es más común en climas fríos o secos, o tras una exposición prolongada al sol. 

Entre las principales causas de la xerosis en el cutis se encuentran: 

  • Duchas con agua muy caliente. 
  • Uso de jabones agresivos o poco adecuados para el rostro. 
  • Falta de hidratación regular. 
  • Exposición solar sin protección adecuada. 

Para mejorarla, se recomienda optar por limpiadores suaves, usar cremas hidratantes que contengan agentes emolientes y aplicar bloqueador humectante a diario. Este último no solo protege del sol, sino que ayuda a mantener la barrera cutánea estable y menos vulnerable a la pérdida de agua. 

Tipos de cutis 

Conocer tu tipo de cutis es el primer paso para brindarle el cuidado que necesita: 

  • Cutis seco 
    Tiene poca producción de grasa, lo que genera sensación de tirantez, descamación y aspecto opaco. Necesita hidratación constante y protección solar que no reseque. 
  • Cutis graso 
    Produce más sebo de lo normal, lo que da lugar a brillos y mayor propensión a imperfecciones. Aunque parezca contradictorio, también requiere hidratación y bloqueador humectante para evitar desequilibrios. 
  • Cutis mixto 
    Presenta zonas grasas en la frente, nariz y mentón (zona T), mientras que las mejillas tienden a la resequedad. Es uno de los más comunes y requiere productos que hidraten sin saturar. 
  • Cutis normal 
    Es equilibrado, sin exceso de grasa ni resequedad. Aunque parezca el más fácil de mantener, no está exento de necesitar limpieza, hidratación y protección solar diaria. 

Saber a qué tipo de cutis perteneces permite elegir los productos adecuados y dar a la piel el cuidado que realmente necesita. Sin importar cuál sea, la protección solar con un bloqueador humectante es el punto en común que ayuda a mantenerlo sano y en equilibrio. 

El cutis refleja nuestra salud y cuidados diarios. Mantenerlo en buen estado requiere limpieza, hidratación y protección solar. Un bloqueador humectante, como el de Hawaiian, ayuda a que la piel del rostro se mantenga fresca, suave y protegida cada día. 

Preguntas frecuentes  

¿Qué es el cutis de la piel? 

El cutis es la piel del rostro humano, aunque también puede referirse a la piel del cuerpo en general. Se compone de la epidermis, la capa externa visible que nos protege, y la dermis, la capa intermedia que proporciona soporte y contiene vasos sanguíneos, glándulas y folículos pilosos. 

¿Qué tipos de cutis hay? 

Los principales tipos de cutis o piel son: normal, seca, grasa, mixta y sensible, cada uno con características distintas en cuanto a textura, brillo y equilibrio de sebo y humedad. 

¿Cómo hacer una limpieza de cutis? 

Una limpieza facial básica implica desmaquillarte con un producto suave, lavar el rostro con un limpiador adecuado para tu tipo de piel, aplicar un tónico para equilibrar el pH y finalizar con la aplicación de una crema hidratante y protector solar. 

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